¿Qué es la Concentración?
La
palabra Concentración nos está mostrando que la Conciencia está Centrada en la
Acción.
La Concentración es un poder muy grande que nos permite tener éxito en todo lo que emprendemos. La Concentración se da cuando aprendemos a vivir el instante. El eterno ahora. Cuando nuestras diferentes funciones trabajan al unísono, teniendo como centro nuestro corazón.
La
clave para sacar cualquier práctica es la Concentración. Debemos practicar y
luchar hasta lograrla. Si en el día andamos concentrados en la noche
continuaremos concentrados. Si en el día vagamos en la noche también. Hay dos
tipos de Concentración: una en el Mundo Interior y la otra en el Mundo
Exterior. Las dos son muy importantes.
Nos
encontramos concentrados cuando no se sostiene sino un pensamiento. Cuando
sostenemos la atención plena en algo podemos alcanzar la Inspiración, y un instante
después el Acierto. Concentración es lo contrario a distracción, la
Concentración es de la Conciencia, la distracción es del yo. Si estudiamos la
distracción terminaremos en concentración.
Si
podemos descubrir todos los yoes o elementos distractores alcanzaremos la
Concentración. Aprender a centrar la Conciencia en la acción requiere mucha
práctica, ya que el sentido de la
Auto-observación psicológica está atrofiado en casi todos los seres humanos, y por medio de este sentido se centra la Conciencia en la acción.
El
Maestro Jesús nos enseño que debíamos Velar y Orar.
Velar
es hacer las cosas despierto, en vigilia, en auto-observación. O concentrado.
Orar
es el deseo de Ser o Recuerdo de Sí. Y esto es lo mismo que relajarse. Suplicar
a la Madre Divina que elimine el defecto que no nos deja concentrar.
Cómo
podemos practicar la Concentración:
- Haciendo un esfuerzo para hacer cosa
por cosa.
- Sin pensar en ninguna otra cosa.
- Sin interrumpir una cosa para hacer
otra.
- No recordando cosas que se van a
hacer más adelante.
- No recordando cosas que ya se
hicieron.
- Manteniéndonos centrados en lo que
hacemos.
Si
observamos cuidadosamente las múltiples actividades de nuestro diario vivir nos
daremos cuenta que cada una de ellas se hace en forma mecánica, puesto que
cuando las ejecutamos estamos pensando en otras cosas. Ese mismo hecho impide
que estemos centrados, también impide que veamos todos los yoes que se
manifiestan.
Nos
despertamos, nos incorporamos, caminamos hacia el baño, nos desvestimos, afeitamos,
duchamos, secamos, vestimos, calzamos, tendemos la cama, desayunamos, lavamos
los dientes, nos despedimos, salimos a la calle, etc. Pero no nos
auto-observamos de instante en instante, lo que quiere decir que tenemos la
conciencia dormida por falta de uso. Hacemos las cosas dormidos. Y por lo
anterior no hay auto-descubrimiento.
Si
empezamos a auto-observarnos descubriremos a cada uno de los yoes que
participan en cada acción, que actúan mecánicamente cometiendo errores, nos
tensionan, originan preocupaciones, distraen, impiden la concentración.
Cuando
empezamos a observar todo esto nos damos cuenta en forma directa del caos en
que nos encontramos. Y que sólo podemos ordenarlo mediante la relajación
permanente.
¿Qué
es la Relajación?
Cuando
nos hacemos conscientes de cualquier defecto que está produciendo tensión en
cualquier parte de la máquina debemos necesariamente relajarnos para no agotar
energías en forma innecesaria. Y esto se hace con una Súplica a nuestra Madre
Divina así: “Madre mía mátame este yo”.
¿Qué
produce la tensión?
- Deseos
- Emociones
- Canciones psicológicas
- Estados psicológicos equivocados
- Pensamientos
- Preocupaciones
- Charlas internas
- Pelea entre los distintos yoes
Si
le suplicamos en esos momentos a nuestra Madre Divina particular que elimine el
defecto que está produciendo tensión en tal o cual centro notaremos que Ella
actúa inmediatamente, relajándonos el lugar en que hemos observado al yo.
Es
necesario comprender por qué estamos tensos para que la Madre actúe.
Se
producen tensiones por muchas razones:
- Hacemos algo que no nos gusta.
- Tenemos miedo a que nos quede mal
algo.
- Queremos hacer algo que nos gusta
más.
- Lo que vamos a hacer más tarde nos
preocupa.
- Lo que hicimos antes no quedó bien.
- Lo que hicimos antes nos quedó muy
bien.
- No sabemos hacer lo que estamos
haciendo.
- Nos preocupa algo que tendremos que
hacer.
- Estamos distraídos por algo.
¿Cómo
sabemos que ya nos relajamos?
Sucede
cuando ha desaparecido toda tensión y nuestra psicología se ha normalizado. Nos
sentimos bien. Nos podemos centrar en lo que hacemos.
Práctica
de Relajación general
La
relajación de los cuerpos:
• Cuerpo Físico Músculos, tendones y nervios
• Cuerpo Astral Emociones
• Cuerpo Mental Pensamientos
En
la relajación del Cuerpo Físico nos concentramos en cada una de las partes del
cuerpo. Donde estén nuestros pensamientos estará nuestra Conciencia, por lo
tanto debemos imaginar y sentir cada una de nuestras partes del cuerpo
ordenadamente. Este procedimiento se repite tres veces:
1- Pierna derecha: dedo por dedo, planta,
empeine, talón, tobillo, pantorrilla, rodilla, muslo, toda la pierna.
2- Pierna izquierda: dedo por dedo,
planta, empeine, talón, tobillo, pantorrilla, rodilla, muslo, toda la pierna.
3- Brazo derecho: dedo por dedo, palma,
dorso, muñeca, antebrazo, codo, todo el brazo.
4- Brazo izquierdo: dedo por dedo, palma,
dorso, muñeca, antebrazo, codo, todo el brazo.
5- Glúteos, genitales, cadera, abdomen,
cintura, pecho, hombros, espalda, todo el tronco.
6- Cuello, garganta, mandíbula, lengua,
labios, mejillas, nariz, ojos, cejas, frente, oídos, cuero cabelludo, toda la
cabeza.
7- Luego le ordenamos a todos los
músculos, nervios y tendones: “relájense, aquiétense, cálmense”.
Para
la relajación del Cuerpo Astral, o parte emocional, nos concentramos en la
respiración, observando la entrada y la salida del aire durante tres minutos.
Para
la relajación del Cuerpo Mental, o parte intelectual, nos concentramos en el
corazón y en escuchar ruidos del mundo exterior durante tres minutos.
Práctica
de Concentración y Relajación. Velar y Orar.
1- Conjuración del Belilín y Círculo
Mágico.
2- Súplica de Asistencia al Padre y a la
Madre Divina.
3- Relajación, observando que todo el
cuerpo esté cómodo.
4- Nos concentramos en el corazón a
escuchar y observar el mundo interior.
5- A cada detallito observado le vamos
suplicando a la Madre que lo desintegre.
6- Puede hacerse hasta lograr la
concentración perfecta.
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